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Con la ayuda de un misterioso chico llamado Finn Holmes, Wendy empieza una nueva vida en un mundo que nunca creyó que existiera: un lugar de belleza extrema, pero terriblemente peligroso...
Un mundo del que Wendy no está segura de querer formar parte
✖ Mi opinión personal: Bueno, la verdad los libros de la saga Trylle eran algo que tenia pausado desde hace casi un año, si, aproximadamente, cuando tuve un rush en busca de libros de hadas y cosas por el estilo, lo cual ocasiono que con el tiempo se me olvidara la plot o la razón por la cual conseguí el libro en primer lugar. Sin embargo eso no estuvo tan mal porque al momento de comenzar a leerlo, iba realmente sin ninguna expectativa y el resultado me gusto mucho.
El libro comienza como cualquier novela de romance adolescente, con la chica recién transferida y el tipo extremadamente irresistible con aire inadaptado que capta su atención de inmediato, de hecho no te dan pistas de que haya algo sobrenatural hasta ya avanzada la trama lo cual me gusto mucho. Al principio te habla de Wendy y su disfuncional familia, su padre que se suicido y su madre que está en el hospital psiquiátrico gracias a que a los 6 años intento matarla, cosa de la cual te explican a la fecha no está ni remotamente arrepentida.
La narrativa es en primera persona, como ya se hizo muy común en los libros para adolescentes de esta época, no está mal y es fácil de leer, pero sigo insistiendo en que nos muestra un plano muy cerrado de lo que ocurre en la trama, afortunadamente esto no afecta los escenarios y la continuidad de la historia, así que está bien.
Los personajes me gustaron por qué no se cierran en el típico triangulo amoroso (cosa que, si no he explicado, odio muchísimo en los libros), me hace pensar que hay razones detrás de lo que los personajes hacen y eso me intriga a seguir leyéndolo. Además que hay personalidades tan atrayentes que, a pesar de que los diálogos o las interacciones de la protagonista con los otros personajes sean escasos, te hace recordarlos durante toda la historia, como el primer amigo de Wendy, Patrick o el encantador Rhyds de quién yo me enamore casi tanto como de Finn.
También me gusto mucho que la trama tiene cabos sueltos (que seguramente se resolverán en los siguientes libros) pero aun así logran darte un buen final del primer libro, para que no te quedes con un mal sabor de boca.
En resumen, un excelente libro, de ágil lectura y que enternecerá el corazón a pesar de lo “Cliché” de las escenas y el obvio mensaje de: "La familia no la hacen los lazos de sangre" y esas cosas.
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